LA ESCUCHA ACTIVA EFICIENTE

8 HÁBITOS DE LA ESCUCHA ACTIVA EFICIENTE EN EL ÁMBITO PROFESIONAL Y PERSONAL

Tus 8 hábitos:


1. Dedicar un tiempo en exclusiva, sin distracciones:

Es importante estar atent@ a tu mente. Si ves que se distrae (pensar en la cena de la noche, en lo que hiciste ayer, etc.) haz una respiración y te ayudará a volver a escuchar con atención. También te ayudará hacerle saber al hablante que le estás escuchando: Repitiendo sus últimas palabras, haciendo pequeños resúmenes de la conversación, utilizando palabras de refuerzo, como: ahá, claro, sí, comprendo, etc.


2. Sin interrupciones

Cuando alguien interrumpe está mandando los siguientes mensajes: “!Lo que tengo que decir es más importante que lo tuyo”, esto no es una conversación, es una discusión. También no me apetece escuchar tu opinión, etc. Es mejor dejar que la persona que habla guíe la conversación. Tú sólo acompañas, no la guías.

3. No juzgar ni sacar conclusiones.

Evitar frases o pensamientos como: “Yo lo haría de tal manera”...o “Cómo se complica la vida”...o Uyyy cómo va vestid@..., etc.

4. No ofrecer ayudas a soluciones prematuras

Muy importante: permitir los silencios. Dan tiempo a las personas a pensar y encontrar las palabras más precisas.

Lo mejor para calmar la tensión: No dar consejos, si no te los piden. Mejor que sea la persona que encuentre sus propias soluciones. Y tampoco utilizar frases como: “Lo que tienes que hacer es”...

5. No minimizar lo que la otra persona está sintiendo

No minimices la importancia de lo que te están diciendo con frases hechas como: “No te preocupes por eso” o “Le das demasiadas vueltas”. Mejor deja que la persona se exprese y cuando esté en un estado menos emocional le podrás argumentar tu punto de vista.

6. No rechazar lo que la otra persona está sintiendo.

Si tu interlocutor-a se pone muy emotiv@, deja que exprese sus emociones y limítate a acompañarle emocionalmente para que se pueda expresar. Acéptalo sin criticar. No le digas cosas como “Por favor, no llores” o “No te lo tomes de esta manera, no es para tanto”.

7. No contar tu historia cuando la otra persona intenta hablarte.

No digas cosas como; “A pues yo”...o “A mí también me pasó y lo que hice fue”...

La otra persona te pide escucha, no que le expliques tu historia.


8. Evitar síndrome del expert@

Acabar las frases por la otra persona cuando a ésta le cueste encontrar las palabras o haga pausas. No te avances en lo que tú crees que va a decir. Además da la sensación de que tienes prisa para que termine de hablar

Ponte en marcha y pon en práctica estos hábitos de escucha activa. Mejorarás en tus relaciones profesionales y personales.